Reflexiones sobre el 2024 y el futuro de la conservación en Punta de Lobos

Sin duda, el 2024 fue un año de grandes avances y logros para el Parque Punta de Lobos, marcando un hito significativo en términos de impacto en nuestros programas.

Durante este año, logramos concretar proyectos que veníamos planificando, soñando y trabajando durante años.
Un año en el que el proyecto de Restauración Ecológica cobró gran protagonismo, con intervenciones de infraestructura, senderismo, y plantaciones, las cuales fueron complementadas con actividades de educación ambiental y numerosas jornadas de voluntariado, que en su conjunto nos permitieron avanzar en la restauración del tejido social, enfatizando en la compresión de la interconexión entre nuestros programas y la relevancia de su colaboración. Este enfoque integral genera una verdadera sostenibilidad a largo plazo para el proyecto, entendiendo que este espacio natural no se cuida solo, y su preservación depende de un trabajo mancomunado con los habitantes, usuarios, autoridades y colaboradores.

Si retrocedemos 10 años, cuando comenzó la idea de proteger Punta de Lobos, se diseñó un modelo de conservación que contempla una hoja de ruta destinada a proteger y restaurar este espacio en colaboración con la comunidad, creando un modelo sostenible y replicable. Si analizamos y observamos nuestros avances y retrocesos, creemos que hemos sido coherentes con los principios establecidos desde un inicio; el número de actividades realizadas, los participantes, los metros cuadrados restaurados y reforestados, las labores de mantenimiento y las intervenciones implementadas, dan fe de que nos hemos posicionado como una de las organizaciones más influyentes del borde costero a nivel nacional.

Los avances del proyecto se reflejan en el estado actual del parque. Con acciones concretas y resultados palpables, hemos demostrado la relevancia de los beneficios sociales, ambientales y económicos que se generan al proteger una ola y un espacio natural como Punta de Lobos. Este impacto positivo es ampliamente reconocido y nos llena de orgullo, motivación y compromiso como equipo profesional, altamente dedicado y apasionado por el propósito de cuidar nuestro borde costero, nuestra identidad comunal y el planeta.
Sin embargo, surge una pregunta importante: ¿Cuántos carteles de “se vende” seguimos viendo en nuestro borde costero? ¿Cuántos en Punta de Lobos, hacia la Pancora, las dunas, los humedales o los pocos espacios costeros libres de construcciones? ¿Cómo aseguraremos el acceso y la regulación de esos sectores? Nos encontramos en un punto crítico en la comuna en relación con la protección costera y es nuestro deber como comunidad preservar la esencia del concepto “campo-mar” de Pichilemu. La situación es similar a nivel regional y en la zona centro-costera de nuestro país. Se deben tomar acciones.

Por nuestra parte, continuaremos consolidando nuestros programas y herramientas de conservación, con la esperanza de inspirar a otros a replicar nuestro modelo o cualquiera de nuestros programas para proteger otros espacios naturales y valorar nuestros ecosistemas. Nuestra experiencia, programas, convicción y disposición para colaborar están a disposición.

Extendemos una invitación a todas y todos quienes deseen unirse a nuestro propósito: ¡El parque es tuyo, y no se cuida solo!

 

Patricio Mekis, Director Ejecutivo