
06 May Punta para el presenta, punta para el futuro
El año 2024 fue testigo de una intensa actividad en el Parque Punta de Lobos, un periodo que para nuestro equipo representa un avance significativo en el marco de nuestro plan de servicios, senderismo e infraestructura. Este plan, cuidadosamente diseñado, tiene como objetivo lograr una intervención mínima en la morfología del paisaje, siempre respetando los ciclos naturales de este lugar único y mágico. Cada acción que emprendemos está pensada para preservar la esencia del parque y su biodiversidad, mientras buscamos hacerlo más accesible y seguro para los miles de visitantes que se acercan cada año.
Si bien los logros son claros y palpables, no todo ha sido fácil. La intervención en zonas sensibles, como los acantilados, y la restauración de los senderos han generado ciertos desacuerdos dentro de la comunidad local, especialmente durante las primeras etapas de ejecución. El caos inherente a las obras de restauración, con su ruido y desorden temporal, puede resultar difícil de entender antes de ver los resultados finales. No obstante, como ocurre en cualquier proceso de restauración, el caos a menudo es necesario para lograr el orden. Este conflicto entre la necesidad de acción y la resistencia al cambio es un desafío constante, pero también es parte del proceso de transformación que permite al parque evolucionar y conservarse de manera efectiva.
El verdadero reto que enfrentamos es equilibrar el creciente número de visitantes con la protección del lugar. Este flujo de personas, si bien es motivo de orgullo, también nos obliga a reflexionar sobre cómo gestionar esta afluencia de manera responsable, garantizando que el parque siga siendo un lugar de disfrute, pero sin sacrificar su integridad.
Nuestro plan de senderismo e infraestructura no solo busca restaurar las áreas que han sido degradadas, sino anticiparse a los posibles impactos futuros. Queremos que Punta de Lobos siga siendo un lugar accesible y seguro para quienes lo visitan, pero también que se conserve para las generaciones venideras, sin que el crecimiento del turismo comprometa su equilibrio ecológico.
La conservación es un esfuerzo colectivo que involucra no solo a quienes trabajamos en el proyecto, sino a cada visitante, cada vecino y cada miembro de la comunidad. El mayor desafío no radica solo en restaurar el paisaje, sino también en restaurar nuestra relación con él. La verdadera conservación comienza cuando nos involucramos activamente en el cuidado de lo que nos rodea, cuando asumimos la responsabilidad de nuestros impactos y buscamos maneras de minimizarlos.
Valentina Quezada, Jefa de Guardaparques.