
06 May Parque-Escuela formando ciudadanos comprometidos con la conservación
Cada vez más, observamos cómo algunas comunidades no reconocen el valor de su propio territorio, lo que dificulta el cuidado y la protección de la naturaleza. Sin embargo, ante este escenario, la educación ambiental sigue siendo vista como un aspecto complementario, cuando debería ser una prioridad. Es el momento de transformar esta visión y convertirla en un pilar fundamental en la planificación territorial y educativa.
Cuando se habla de medio ambiente, muchas veces se piensa solo en la flora y fauna, dejando de lado que el ser humano es parte del ecosistema. Si queremos formar una ciudadanía crítica, consciente y comprometida con la acción ambiental, debemos replantear la forma en que enseñamos, vivimos la educación y, lo más importante, cómo percibimos nuestro rol en el entorno. Aquí es donde la educación al aire libre se vuelve clave. Hay que salir de las cuatro paredes de la sala de clases y llevar la enseñanza a los espacios naturales, permitiendo que niños, niñas y jóvenes vivan la naturaleza en primera persona.
En el Parque Punta de Lobos hemos asumido este desafío a través del concepto de “Parque Escuela”, acompañando la labor docente y generando experiencias educativas en terreno. No solo queremos enseñar sobre la biodiversidad del lugar, sino también fortalecer el sentido de pertenencia y la conciencia territorial. En 2024 realizamos 216 actividades de educación ambiental, impactando a cerca de 7.000 personas con un mensaje claro: la conservación de nuestro borde costero es tarea de todos y todas.
Para que estas acciones educativas sean efectivas, necesitamos docentes motivados, que inspiren con su entusiasmo y compromiso. Porque cuando un profesor o profesora se apasiona por lo que enseña, logra que sus estudiantes y su comunidad educativa se sumen al cambio. Y cuando la comunidad ve que la educación trasciende las aulas y se vive en los espacios naturales, también se involucra y se compromete con la protección de su territorio.
Este año seguiremos fortaleciendo nuestro trabajo con los colegios de la comuna, porque el cuidado de nuestro querido bosque pequeño es responsabilidad de todos. La educación ambiental necesita el reconocimiento y la urgencia que merece.
El mundo necesita más manos que protejan y menos que destruyan. ¿Estamos educando para ello?
Kelly Valdebenito, Encargada del Proyecto de Educación Ambiental